Capítulo 8.
El
día estaba un poco triste, los subordinados de Mustang debían despedirse entre
sí, porque a pesar de ser compañeros se habían convertido en buenos amigos.
Havoc estaba contento, así que por su parte no había mucho drama…
-
No se preocupen amigos, nos mantendremos comunicados – dijo al salir del
cuartel.
-
Havoc es el único que está feliz por esto – comento Riza.
-
Yo también te digo lo mismo – dijo Mustang – Vamos a estar en contacto –
Riza
y Roy se habían quedado solos en la oficina…
-
Cuídese mucho Coronel, porque sin mi… corre muchos peligros – dijo firmemente.
-
Jajaja… - rio un poco – Cuando sepamos por qué está pasando todo esto, vendré
por ti y enfrentaremos el problema –
-
Confío en que lo harás –
Mustang
casi no sonreía, pero cuando estaba a solas con Hawkeye, era como si sus
sentimientos se mostraran más de lo normal. Estaba dispuesto a llegar al fondo
del asunto y a recuperar a su fiel subordinada.
…
-
Así que iras al Sur… hace mucho calor allá, ¿no? Yo no podría sobrevivir
estando ahí – comento Sein.
-
Central y el Sur… quedan demasiado lejos, ¿no es así? – pregunto Fuery,
desanimado.
-
No… el Norte y el Sur quedan más lejos –
-
¿El Norte? – pregunto confundido.
-
Quiero ir al Norte, porque… - la chica no sabía cómo explicarlo, así que tomo
su mano y comenzó – El viento tiene partículas de hidrógeno estas se pueden
usar con el cristal presente y convertir las partículas en hielo –
Se
creó una pequeña reliquia de cristal congelado, gracias a unos pedazos que
tenía en su mano. Era lo que había aprendido de la investigación del Dr.
Marcoh.
-
Tengo que perfeccionar estas transmutaciones, por eso ir al Norte donde hay más
nieve es la mejor opción –
-
¿Cómo harás para que te den la autorización? –
-
No lo sé aun – dijo ella, sonriendo – Debes tener confianza en que todo se
arreglara, tienes que sobrevivir en el Sur y en donde quiera que estés –
-
Si, haré lo posible –
-
Este cristal no puede derretirse con altas temperaturas, así que consérvalo –
Y
esa fue la despedida de la Alquimista de Hielo.
…
Mientras
algunos se despedían, muchos ya habían abordado el tren a su destino, como
Breda y Falman, también Havoc iba camino a Central, acompañado de su novia.
Mustang y Sein se marcharon más tarde, después de despedirse de las personas
que estiman, por así decirlo. Al anochecer, Edward y Al llegaron al Este…
-
Lo siento, pero el Coronel Mustang ha sido transferido a Central – anuncio la
secretaria de ahí.
-
¿Qué? – Ed se mostraba más que decepcionado, sorprendido – Pero si hace unas
semanas me dijeron que acababa de ser transferido a aquí –
-
Si, sucedió eso; pero ahora se ha ido a Central, precisamente hoy –
-
Y me imagino que con todos sus subordinados –
-
No, solo McDougal y Havoc lo acompañaron –
-
No entiendo –
Riza,
que iba saliendo del cuartel, por el final de la jornada, vio a los hermanos
Elric.
-
Yo puedo explicarlo mejor – llego, sorprendiendo al Alquimista de Acero.
-
Así que fueron separados apenas hoy… - comento, con la mirada hacia abajo.
-
Si, es como si no quisieran que descubriéramos algo – agrego Alphonse.
-
¿Creen que esa es la razón? – pregunto Hawkeye.
-
Veras, cuando comenzamos a investigar sobre la Piedra Filosofal en Central,
hemos pasado por varias negaciones – explico Ed.
-
Primero nos negaron las investigaciones del Dr. Marcoh, luego, cuando tratamos
de buscar más sobre él, resulta que las personas que saben son transferidas –
-
Ya veo. ¿Por qué el Fuhrer no querrá que sepan sobre la Piedra Filosofal? – se
preguntó Riza – Además, solamente el Coronel y Sein saben sobre el Alquimista
de Cristal; ¿Por qué separarnos al resto? –
-
Hay muchas dudas, así que debemos investigar bien – dijo Ed, con determinación.
-
Eso fue lo que dijo el Coronel, que al separarnos cada quien investigaría por
su cuenta, para llegar a una conclusión –
-
¡Entonces debemos hacerlo, Teniente Hawkeye! – una voz intervino de repente.
Edward
y Alphonse inmediatamente se pusieron en guardia…
-
Ese tipo nos ha estado siguiendo en todo el camino. Prepárate Al –
-
Si –
Riza
estaba confundida, era la única que no estaba asustada ni en guardia.
-
Mayor Armstrong – dijo, al saludar respetuosamente - ¿Qué está haciendo aquí? –
pregunto.
Los
hermanos Elric se detuvieron bruscamente en sus ataques, al escuchar la forma
de hablar de Riza.
-
El Coronel Mustang me dijo que cuidara de los Elric –
-
¿Qué? – se preguntó Ed, ofendido – No necesitamos niñeras –
-
Muchas gracias – Al se inclinó ante el Mayor.
-
¿Por qué? – pregunto la Teniente.
-
Dijo que había algo muy raro y que debía ver si alguien estaba esperando la
oportunidad de atacarlos. Después de la pelea entre los alquimistas fuego,
hielo y acero en Central, el Coronel tuvo el presentimiento de que había una
razón muy fuerte para evitar que conocieran al Dr. Marcoh –
-
Y de hecho la hay, solamente debemos descubrir cuál es – afirmo Ed.
-
Es cierto, la única que pudo investigar sobre Marcoh fue Sein – comento Al – Y
su razón era: mezclar hielo con cristal para hacer transmutaciones más
resistentes –
-
Es significa que ella no tenía ninguna intención en saber sobre la Piedra
Filosofal – agrego Ed – Entonces… -
“No
quieren que sepamos sobre la Piedra Filosofal” esta era la razón principal.
Ahora la pregunta era ¿Por qué?
…
Central…
-
Cumpliste con una de tus órdenes… por miedo –
La
princesa estaba reunida con King Bradley por segunda vez.
-
Solo es una estrategia, ya verás que no tienes toda la ventaja – comento él.
-
Lo sé, ahora tienes a 3 alquimistas a tu disposición, para protegerte – se
quejó ella – ¡No es justo! –
-
Solo le pedí a Fuego y Hielo que vinieran –
-
Pero Acero no tardará en llegar – aseguro – Está buscando información y entre
más se la nieguen más la querrá –
-
Debes saber que no vas a ganar esto – advirtió.
-
Quiero a un alquimista para protegerme – exigió ella, como si se tratara de un
juego.
-
Ninguno de mis Alquimistas Estatales aceptara protegerte –
-
Yo sé de uno que te traiciono una vez, matando a sus propios compañeros en la
guerra. Lo quiero a él –
-
¿A Carmesí? –
-
¡Libéralo! –
-
No puedo hacer eso. Yo mismo lo sentencie en la cárcel, sería ilógico que lo
liberara así nada más –
-
Haz que alguien lo saque. Recuerda que yo tengo el poder absoluto en estos
momentos, y si te niegas… –
Levanto
su brazo, en forma de amenaza.
“Está
bien, tendrás a Carmesí a tu disposición”
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