Capítulo 12.
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Sein, ¿Quién es Mirna Leblanc? – pregunto Falman.
Se
sorprendió bastante, pero debía responder a esa pregunta…
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Es una princesa –
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¿Eh? –
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¿La has visto? ¿Está aquí? – pregunto algo angustiada.
“Por
esa actitud, es imposible que sea ella” pensó él.
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No… solo que… es la persona que amenaza al Fuhrer –
-
Creo que es el momento de que diga toda la verdad… -
Sein
parecía resignada. Falman se preparó para escuchar lo peor.
…
-
¿Dónde está ella? ¿Por qué falto a trabajar? –
En
Central, Roy Mustang estaba en su escritorio, muy preocupado porque Hawkeye no
respondía a ninguna de sus llamadas.
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Estoy preocupado… - se levantó de su asiento y miro por la ventana.
El
cielo parecía muy tranquilo y despejado.
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Riza… estoy muy preocupado por ti… -
-
Muchas gracias, Coronel –
Mustang
se sorprendió al escuchar esa voz que se le hacía tan familiar, también porque
se suponía que estaba solo. Volteo y miro a una mujer de cabello oscuro; si,
tenía el cabello oscuro e iba con ropa casual, pero esos ojos, Roy reconocía
esa mirada a kilómetros de distancia y también esa sonrisa.
-
Riza… - murmuro, pero tuvo que salir de su sorpresa - ¿Por qué vienes vestida
así? –
-
Vengo en secreto, tuve que informar en el cuartel del Este que no iría a
trabajar por un resfriado –
-
Ya veo… ahora entiendo, pero… - la actitud del Coronel cambio – ¡Debiste al
menos avisarme! –
-
¡No necesito ponerlo en peligro! – respondió.
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¡Estas para protegerme, no para desaparecer cuando más te necesito! –
-
… - Riza quedo impresionada por esa última frase.
Roy
se dio cuenta y trato de cambiar el sentido…
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Es decir, que necesito a todo mi equipo en estos momentos – desvió la mirada –
No es algo en particular –
La
mujer comprendió perfectamente que a Roy le costaba demostrar sus sentimientos,
pero ese “estoy muy preocupado por ti” era bastante sincero y lo único que le ofreció
a cambio fue una tierna sonrisa.
…
-
Y esa es la verdad – concluyo Sein.
-
Entiendo – Falman había comprendido todo.
-
Marceline S. McDougal, tiene una llamada – inesperadamente, alguien ajeno a la
conversación llego para anunciar esto.
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Gracias, iré en seguida –
Tomo
el teléfono y se sorprendió mucho por la persona que la buscaba…
-
¿Qué quieres? – pregunto ella, fríamente.
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¿Se puede saber que estás haciendo en el Norte? Tu lugar es en Central – era
Breda el que preguntaba.
-
Estoy entrenando –
-
¿Ah sí? Por cierto, ¿no ha habido algo raro por allá? –
-
No ha pasado nada –
-
Ya sabemos quién está detrás de todo esto –
-
¿En serio? – la chica cambio su actitud de frialdad a una más interesada - ¿De
quién se trata? –
-
Es una mujer que se hace llamar la Princesa de Hielo, me parece bastante raro
que actúes de esa manera… como si no supieras nada. ¿Entiendes? La causante es
una princesa de… hielo – remarco la última palabra.
-
Oye, ¿estas insinuando que se trata de mí? – pregunto molesta.
-
Si, para empezar eres demasiado desagradable, cruel, despiadada, grosera,
egoísta y traicionera –
-
… ¿todo eso me describe? – pregunto, un poco atormentada.
-
¿Qué tienes que decir a tu favor, eh? –
-
Mira, no sé porque tienen que asociarme con el hielo cada vez que pueden, pero
te aseguro que no estoy tramando nada. No soy yo –
-
Dame una razón por la cual jamás traicionarías al equipo –
La
chica lo pensó, inmediatamente se acordó del cariño especial que sentía por el
Sargento Fuery, pero ni loca le contaría eso a cualquiera.
-
Esta bien, ¡tú ganas! Se trata de mí – dijo esto y colgó.
Falman,
que estaba mirando la conversación, se quedó sorprendido…
-
¿Por… por qué le dijiste que eras tú? –
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…Ah… así está bien, ¡no tengo por qué decirle a todo el mundo! – contesto algo
sonrojada.
-
¿Decirle… que? –
Mientras
tanto, Breda miro el teléfono, que ya emitía el sonido normal…
-
¿Mm? – colgó – Es ella… - se convenció – Después de todo, es una alquimista que
busca vengar a su hermano mayor, y los alquimistas no tienen sentimientos –
…
Mientras
que la Teniente Hawkeye se reunía con Mustang, los hermanos Elric andaban
prácticamente paseándose por Central cuando alguien los interrumpió…
-
Es bueno verlos por aquí, Edward y Alphonse Elric –
Ambos
voltearon y se sorprendieron de ver que se trataba del Fuhrer…
-
Ah sí, es que… jajajaja dile tú Al –
-
Estamos aquí porque… teníamos que… -
-
Iba a llamarlos, pero como siempre están viajando, me fue imposible
localizarlos. Me alegra que ya estén aquí –
-
¿Está sucediendo algo? – pregunto Ed, ya serio.
-
Estoy siendo amenazado por una mujer, ¿han oído hablar sobre la Princesa de
Hielo? –
-
No – respondieron al mismo tiempo.
-
Quizá suene patético que yo, el Fuhrer, le tema a una mujer; pero esta persona
posee las Piedras Azules –
-
¿Qué? –
-
Hermano, ¿sabes qué son? – pregunto Al cuando vio la reacción de Ed.
-
Si, se derivan de la Piedra Filosofal, la única diferencia es que cualquier
persona que las posea, puede atacar a cualquiera que no sea un alquimista; por
eso es que el Fuhrer no puede pelear contra ella –
-
Eres muy inteligente Edward Elric, no por nada eres el Alquimista Estatal más
joven de la historia – aplaudió King Bradley, pues ya no tenía que explicarle
todo.
-
Entiendo, nosotros estaremos aquí para protegerlo – dijo Ed, firmemente.
-
Confío en ustedes, sé que con su ayuda, con la ayuda de Mustang y Armstrong estaré
seguro –
-
¿Qué hay de Sein? También la mando llamar aquí, ¿no? – pregunto Ed.
-
Si, es verdad; pero la Alquimista de Hielo se fue al Norte – respondió – Bien,
van a tener que prepararse mucho. Se enfrentaran a esa Princesa y también a
Carmesí –
-
¿El Alquimista Carmesí? – pregunto Alphonse.
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Así es, McDougal lo libero y después huyo al cuartel del Norte –
Edward
se quedó plasmado por esto, intento pensar en quien sería la mujer que
amenazaba al Fuhrer y después de nombrar “hielo, escape al norte, liberar a
Carmesí, etc.” no pudo evitar en sospechar de Sein.
…
Al
día siguiente, el equipo de Mustang estaba reunido en un lugar muy apartado del
Cuartel de Central. Tenían que planear sobre la situación.
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¿Por qué Falman y Sein no están aquí, Coronel? – pregunto Riza, notando sus
ausencias.
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¿No lo supo, Teniente? – pregunto Breda – Hemos sido traicionados por Sein y
Falman se quedó a vigilarla en el Norte –
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¿Traicionados? – Riza aún no estaba informada.
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Exacto, y ahora debemos combatir contra ella. Es la Princesa de Hielo que
amenaza al Fuhrer – agrego Havoc.
Hawkeye
miro a sus compañeros, Fuery guardaba silencio porque sabía que si decía algo
para defenderla no valdría la pena, estaba claro que Mustang, Havoc y Breda
culpaban a Sein sin cuestionar nada. La Teniente se dio cuenta de eso, era muy
observadora “Ella no nos traiciono, algo mas está pasando” pensó.
-
Tenemos que dividirnos – interrumpió Mustang, sin afán de seguir culpando a la
chica de hielo – Necesito vigilancia afuera del cuartel, para eso Havoc y Breda
serán asignados –
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¡Perfecto! –
-
Cuidaremos que nadie entre –
Ambos
estaban listos para lo que fuera.
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Hawkeye y Fuery estarán adentro, cerca de la oficina del Fuhrer –
Los
mencionados solo asintieron.
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Yo me encargare de cuidar el patio donde luche contra Acero y Hielo; es un
punto muy claro para que alguien llegue de sorpresa al cuartel –
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¿Va a estar solo, Coronel? – pregunto la Teniente.
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Los hermanos Elric y el Mayor Amstrong me acompañaran, puesto a que esa área es
muy extensa, se necesitan más personas para vigilar –
-
Pero, ¿Cómo sabremos cuando debemos estar ahí? – pregunto Havoc.
-
Falman nos llamara en cuanto McDougal deje el cuartel del Norte –
“Muy
bien, ya estamos listos para proteger al Fuhrer y a Central”
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