Capitulo 2.- La Promesa.
En el
café...
Yugi
y los demás llegaron a donde estaba Lizeth.
-
Lizeth, ¡qué bueno que te encontramos! – anuncio Yugi.
-
¿ah? – volteo ella “¡Cierto, yo venía con ellos!” pensó – Solo me detuve a
comprar café –
-
¿Comprar? – Pregunto Joey – Pero tu cartera esta aquí – dijo con el objeto en
la mano.
- La
encontramos tirada en el tren, afortunadamente fuimos nosotros – comento Tea.
- Ah,
muchas gracias – la chica tomo la cartera – Lo que pasa es que alguien me prestó
dinero –
-
Estuvimos preguntando por la dirección y queda por la salida del subterráneo –
explico Yugi cambiando el tema – Así que no debe quedar lejos –
-
¡Qué bien! Vamos –
Terminando
el vaso de café, lo deposito en un bote de basura y comenzaron a caminar.
Salieron de la estación de tren subterráneo y se veían casas muy bonitas.
-
Órale, esto parece una zona residencial – comento Tristán maravillado.
-
Algo parecido, no es la gran cosa – dijo Joey.
- No
habíamos venido por estos rumbos – comento Tea.
- ¿Y
tu vives por aquí? – pregunto Yugi a Lizeth.
- No,
bueno... es que voy a visitar a alguien – puso eso de pretexto, ni ella misma
entendía porque tenía que ir a esa dirección.
Pero
pronto la verdad se revelaría.
Después
de caminar un rato por las calles vacías, dieron con la dirección; ya era el
atardecer...
-
Aquí es – dijo Lizeth – Pero que... –
Todos
miraron sorprendidos...
- Es
una casa muy bonita –
-
¿Vienes de una familia rica? –
-
¿Segura que esta es la dirección? –
Fueron
las preguntas que hacían Yugi y sus amigos. La chica verifico bien los datos,
el numero, la calle y todo coincidía.
- Son
los mismos datos. Así que tendré que tocar para encontrar respuestas – dijo
ella.
- Si,
por lo visto no queda de otra – comento Joey.
-
Bueno, ya es tarde y tenemos que irnos – anuncio Yugi – Que tengas suerte
Lizeth –
-
Gracias por ayudarme, nos veremos luego –
-
Hasta luego, gusto conocerte :D –
Como
ellos tenían que regresar a casa porque al día siguiente tenían clases, Lizeth
se quedo sola. Era hora de saber porque la carta de su madre le pidió ir ahí.
Toco el timbre. Pasaron unos segundos y una criada abrió la puerta...
-
¿Si? ¿Le puedo servir en algo? –
-
Ah... este... mi nombre es Lizeth Yong y vine aquí por esto – dijo mostrándole
la carta.
La
criada la tomo y luego como que recordó algo...
-
Bienvenida señorita Yong, pase – dijo con una reverencia.
Estas
palabras la desconcertaron más, obedeció y pasó hacia la casa.
- Sígame
por favor –
Lizeth
camino detrás de la criada, pasaron por el jardín y luego llegaron a la entrada
principal. En el interior estaba la sala, muy elegante y acomodada.
-
Tome asiento, ahora mismo le anunciare a la Señora que usted está aquí – dijo
la criada.
-
Gracias –
La
chica se sentó y espero por unos minutos. Estaba más confundida que nada, pero
al mismo tiempo impaciente por saber toda la verdad.
-
Señora, la señorita Yong ha regresado – anuncio.
- ¿En
serio? ¡Qué bien! – Se emociono demasiado – En seguida iré a verla, hace tantos
años que no venía a esta casa. Seguramente ya cumplió los 17 al igual que mi
hijo, pero que bellos recuerdos –
Se
levanto de su sillón y abrió un cajón cercano. De ahí saco la carta donde se
había acordado el compromiso con los señores Yong.
-
¡Qué emoción! – se dijo.
Camino
rumbo a la sala.
Llego
a la sala y vio a Lizeth, ahí sentada, era una chica de cabello azul oscuro y
algo corto, se veía que era una buena persona y que había sido educada
perfectamente. En cambio, Lizeth vio a la señora de la casa, una mujer de
aspecto serio, con el cabello largo y de un tono verde azulado claro, delgada y
con un aspecto joven.
“Se
ve que es muy estricta” pensó ella cuando vio que se acercaba con la cara de
seriedad.
-
Póngase de pie – ordeno.
La
chica rápido obedeció aunque temia lo peor. >.< pero lo que sucedió al
instante fue...
-
¡Pero que linda niña! Hace tanto tiempo que no te veía – dijo al abrazarla y
con tanta emoción.
Unos
minutos después...
- o_o
– Lizeth seguía confundida.
- n,n
–
-
Disculpe... pero, ¿usted ya me conocía? ¿Qué es de mis padres? –
- Lo
siento mucho por ellos, supe que fueron asesinados – dijo la señora – Yo era la
mejor amiga de tu mamá –
- Ya
veo, con razón me dijo que viniera aquí, mire – le dio la carta – En esta carta
menciona una promesa. ¿Qué clase de promesa? –
-
Ohh, así que por eso viniste. Yo quería que vinieras desde los 7 años, cuando
te quedaste sola, pero desafortunadamente no se pudo – se lamento.
- No
se preocupe, una señora que trabajaba para mis papás me cuido todo este tiempo
n,ñ –
- Aun
así, hubiera sido mejor que vivieras aquí. En cuanto la promesa, mira esta otra
carta –
Lizeth
volvió a sorprenderse y tomo el sobre entre sus manos. Lo abrió y leyó lo que
tenia dicha carta.
-
¡¿QUE?! – Grito de repente - ¿UNA PROMESA DE MATRIMONIO? –
- Yo
también estoy emocionada n,n –
- Dx
¡! No... ¡Yo no quiero casarme, soy muy joven! –
- No
te preocupes por eso, sé que mi hijo y tu no se han visto por muchos años, así
que la boda será dentro de unos 2 o 3 años – explico como si nada sucediera –
Cuando se conozcan mejor :D –
- O___O
noo –
-
Bien, como ahora estas sola en Japón; me parece correcto que vivas aquí, te
llevare a tu habitación –
Aun
con la sorpresa encima, Lizeth se levanto del sillón para seguir a la señora.
-
Mira, te presento a Naoko, ella es la criada y también estará a tus servicios.
Puedes pedirle cualquier cosa –
- A
sus ordenes señorita –
-
Ah... gracias – respondió desconcertada.
-
Llevare su equipaje – dijo ella.
Las
tres subieron las escaleras. A pesar de que era una casa bonita y elegante no
era muy grande, tenía el tamaño adecuado, como si vivieran pocas personas en
ella.
-
Esta será tu habitación – anuncio la señora.
-
Oh... qué bonita – dijo ella.
-
Siéntete en confianza –
-
Entonces... ¿puedo dormir sin cenar? Lo que pasa es que el viaje fue muy cansado
–
-
Mm... Está bien. Yo quería que te reencontraras con mi hijo en la cena, pero es
mejor que descanses. Se verán mañana durante el desayuno –
- Si,
mañana estará bien – dijo Lizeth, un poco resignada.
-
Buenas noches –
La
puerta de su nueva habitación se cerró. La chica dio un profundo suspiro y se
dejo caer en la cama...
- No
esperaba nada de esto – murmuro.
Ahora
ya tenía en donde quedarse y parte de sus dudas habían sido resueltas.
- Por
lo menos la señora se ve amigable n,n me pregunto cómo será su hijo. Aunque
antes nuestras familias se llevaban bien, no recuerdo exactamente como es él,
¡han pasado tantos años! –
Entre
tantos pensamientos, se quedo dormida.
En la
cena...
-
¿Por qué llegaste tarde hoy? Quería darte una excelente noticia –
Estaban
cenando madre e hijo, al parecer los únicos habitantes de la casa además de
Naoko y Lizeth, la recién llegada.
-
Estaba viendo unos asuntos – contesto el hijo – Además, nunca me das buenas
noticias – se quejo.
-
Pues mañana veras que si, ¿no te acuerdas de Lizeth? Los dos jugaban cuando
tenían 5 años –
-
Teníamos 5 años, no me voy a acordar de eso. Ahora lo más importante es el
duelo de monstruos – acoto.
- Por
lo visto ella tampoco se acuerda, pero mañana todo cambiara –
- Lo
único que podría cambiar el aburrido ambiente de esta casa es que papá regrese
de sus negocios. Ya termine de cenar, me voy a mi habitación u.ú –
-
Buenas noches hijo n,n –
A
diferencia de su madre, Weevil tenía un carácter pesado y egoísta. Se encerró
en su cuarto y trato de recordar...
- Lo
último que recuerdo es que... hace dos años yo era el campeón – dijo mientras
miraba el trofeo que estaba sobre un mueble – Es patético recordar cosas de la
niñez. Mejor busco la mejor estrategia para vencer a Yugi, el campeón mundial –
La
noche paso. Un nuevo día comenzaba en Ciudad Domino, desde muy temprano, los
alumnos estaban en la escuela.
- Ya
este año nos graduamos Yugi – dijo Joey muy contento - ¿Te acuerdas cuando
entramos? A pesar de los torneos y problemas que tuvimos, pudimos pasar de grado
–
- Mas
bien tú pasaste copiando todas las tareas ¬¬ - comento Tea.
-
Jejeje – rio Yugi – Me pregunto que habrá pasado con Lizeth, ¿creen que le irá
bien en esa casa? –
- Quizá
era la casa de algún familiar – intervino Tristán – Así que no hay que preocuparnos,
¿Qué le podría pasar? –
En
esa casa el desayuno estaba servido...
-
Buenos días – saludo Lizeth.
-
Buenos días, aahh estoy muy contenta, hoy será un día especial – dijo la señora
– Siéntate, el desayuno esta delicioso –
-
Gracias n,n – Lizeth comenzó a comer.
- Oye
mamá, espero que ahora si el desayuno este bueno – iba llegando Weevil.
Y en
el instante hubo una reacción por parte de ambos...
-
¡TU! – gritaron al señalarse mutuamente.
-
¿Qué haces en mi casa? ¬¬ -
-
¿¿AAAHH?? – Lizeth se sorprendió de golpe “No, ¡no puede ser! Que no sea hijo
único, que no sea hijo único... >_<”
-
Liz, seguramente lo recordaras, pues es mi único hijo n,n – comento su madre.
- D:
¡! – se quedo sin palabras.
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