martes, 28 de agosto de 2012

Un Deseo Concedido - OneShot [xxxHolic]

Un deseo concedido.

Todo iba tranquilo para un día común, Watanuki caminaba rumbo a la tienda de Yuuko como era costumbre. Llego y encontró a su jefa con una clienta…
- Cual es tu deseo? –
- Hay una casa vieja a lado de la mía, quiero que el espíritu maligno se vaya de ahí –
- Como sabes que hay un espíritu maligno? –
Watanuki presto atención a la conversación, quizá la chica también tenía la habilidad de ver espíritus.
- Me lo dijo un monje – fue su respuesta
- Ya veo… - dijo Yuuko – Pero… tendrás que pagar el precio –
- Pagare lo que pueda…

Ya para cuando la clienta se había ido, Watanuki fue a donde estaba Yuuko con la comida preparada, lista para servirse…
- Yuuko-san, iras a esa casa para eliminar a ese espíritu maligno? – pregunto el
- No es necesario… -
- Entonces que harás? Dijiste que le concederías su deseo –
- Cierto… ha pagado el precio por ello. Pero, esta vez no es necesario que yo vaya –
- Entonces quien ira? –
Yuuko lo miro con una sonrisa…
- Iras tu Watanuki! –
- QUEE??! No es justo que solo yo vaya, además ella dijo que era un espíritu maligno!! –
- Tienes razón… -
Watanuki suspiro, pensando que su jefa se olvidaría de la misión…
- No es justo que vayas tu solo… así que iras con Doumeki –
- QUEEEE???!! – el chico hizo el escándalo de su vida – Y porque él?? –
- El puede retirar a ese espíritu para siempre – contesto Yuuko
- Entonces nada mas debería ir el –
- No… es mejor así. Ustedes dos descubrirán algo muy importante si van juntos – remarco Yuuko después de beber sake
- Algo importante? – Watanuki se tranquilizo, pero muy poco le duro – Como que algo importante!! Mas bien no debería ir con el!! –
A pesar de las quejas, Yuuko solo sonrió, estaba segura de lo que iba a pasar…

Watanuki y  Doumeki llegaron a dicha casa. Lo único que tenían que hacer era buscar al espíritu, luego Doumeki utilizaría una de sus flechas para neutralizarlo y hacerlo desaparecer de la casa. Todo parecía tan fácil… bueno, no tanto…
- No tengo que estar contigo siempre! – se quejo Watanuki – Así que nos separaremos, tu iras por alla y yo revisare acá –
Doumeki no dijo nada, simplemente siguió el camino que le indicaba el chico…
- Por lo menos di algo!!! – le grito mientras lo veía retirarse.
Watanuki camino hacia su camino, iba pensando en lo molesto que era estar con Doumeki, y al parecer lo que más le molestaba era su indiferencia. Como era posible que alguien fuera así? Pensando tanto y tanto, logro escuchar unos ruidos extraños que provenían de una habitación…
El se acerco cautelosamente, los ruidos se hacían cada vez mas fuertes… eran tenebrosos, el sentía un fuerte escalofrío…
- Debe ser por aquí… - murmuro al acercase mas – Que clase de espíritu será esta vez…? -
Sin darle más tiempo para pensar, el espíritu hizo acto de presencia, era tan horrible… Watanuki no pudo moverse por la impresión, este de verdad era maligno, no se comparaba con aquellos que solía ver. El temor recorrió todo su cuerpo, por un momento no sabía que hacer… el espíritu lo miraba fijamente y cuando estuvo decidido a comérselo, fue cuando reacciono….
- Aaahhhh!!! – grito mientras comenzaba a correr por su vida.
Era realmente atemorizante, corría y corría por las habitaciones pero no conseguía deshacerse de él; en lo único que pensaba era que ese quizá tal vez sería su fin… hasta que en su mente se reflejo la imagen de Doumeki…
- Cierto… Doumeki iba a deshacerse de el – pensó, encontrando un poco de alivio en su corazón.
Mas sin embargo, siguió corriendo y no daba con Doumeki…
- Donde podría estar ese… - decía mientras seguía corriendo.
La desesperación de no encontrarlo creció y creció, ahora era el momento en que más lo necesitaba,,, en que más lo quería…
- Doumeki!!! – grito, con la esperanza de ser escuchado.
Corriendo a través del pasillo, lo miro de lejos, por fin, ahí estaba. Era un momento en el que se batían la alegría y la desesperación.

Con el espíritu amenazando detrás de él, Watanuki corrió hacia Doumeki; extendió sus brazos y en pocos minutos… un cálido abrazo hizo que su corazón se tranquilizara. Los brazos de Watanuki rodeaban el cuerpo delgado de Doumeki, con una fuerza determinada. El simplemente lo miro…
- Que sucede? – pregunto, siendo incapaz de mirar el gran espíritu maligno que lo perseguía
- Doumeki… ayu… ayúdame… - dijo con un poco de trabajo mientras su cabeza se aferraba a su pecho.
El entendió rápidamente lo que sucedía. Sus brazos estaban libres, así que podía disparar esa flecha que eliminaría al espíritu. Lo hizo, la flecha apunto perfectamente a esa gran masa negra y horrorosa, haciéndola desaparecer por completo.
La tranquilidad había regresado a Watanuki, quien lentamente soltó los brazos del cuerpo de su protector. El espíritu ya se había ido…
- Estas bien? – pregunto Doumeki
- Si… - respondió el, de manera tranquila, el terror que lo invadía hace unos minutos aun no lo abandonaba por completo.
Watanuki se retiro un poco de Doumeki, pero… algo hizo que este ultimo lo tomara del brazo… ante esta acción, Watanuki se mostro sorprendido y muy sonrojado, pues se había dado cuenta de lo que había hecho al encontrarse con el… pero no hubo tiempo de explicaciones.  En cuestión de segundos Doumeki lo jalo contra la pared y le dio un cálido beso. Watanuki estaba más que sorprendido y demasiado sonrojado.
Después de eso, se separaron sin decir ninguna palabra. Mientras Watanuki estaba pensando en aquellos sentimientos que surgieron a partir de ese beso, Doumeki solo dio media vuelta…
- Ya eliminamos al espíritu – dijo con su clásico tono
Watanuki apretó uno de sus puños y comenzó a molestarse al tiempo que sus mejillas se tornaban rojo una vez más…
- Como es que solo me dices eso después de lo que hiciste?! – pregunto con dicho puño en el aire.
Era su clásica forma de reclamarle a Doumeki… volteo la cabeza hacia él y sin más le pregunto…
- Quieres que te bese otra vez? –
Esta pregunta hizo que Watanuki se sonrojara más de la cuenta. Tuvo un nudo en la garganta y algo de el respondía un “si”. No fue necesario pronunciar estas palabras, ya que un segundo beso se dio entre ellos… luego de separarse…
- Doumeki… por qué? – murmuro él, con una apariencia irresistiblemente inocente.
- Porque… era inevitable – fue su respuesta
Los ojos azules de Watanuki se entrecerraron, el estaba tan tranquilo y se sentía seguro, más que nunca había tenido esa sensación pasando la mayor parte de su vida solo desde que sus padres murieron. Pero ahora, ya había comprendido que tenía a alguien a su lado, quien se preocupaba demasiado por él y que estaba dispuesto a protegerlo de cualquier mal…
- Tú me importas mucho… -
Las palabras de Doumeki hicieron que el sonriera, que diera la más sincera de sus sonrisas a la persona que de verdad se lo merecía.

Mientras tanto, Yuuko tomaba sake en su tienda…
- Eso es lo más importante que debían descubrir… - dijo al alzar la copa hacia la luz de la luna.

FIN.

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